LA GUERRA DE LOS DRAGONES.


LA GUERRA DE LOS DRAGONES.


Mi historia comienza un día normal y corriente en un pueblecito apartado mas halla de las montañas de Sieger. Aquella mañana me lavanté tarde y note que algo pasaba, salí ala calle y en el mercado no había casi nadie, le pregunte a un mercader y me conton que hacia dos días que el rey de del reino de Doria habia sido asesinado y sus legiones acorraladas y derrotadas por el ejercito de los dragones.
Acto seguido decidí partir en busca Caramon, un nigromante con el que crecí de pequeño. Mi nuevo destino estaba a dos semanas de camino mas halla de las montañas. En aquel momento cogí mi caballo y me dispuse hacia el horizonte, el paisaje era precioso con sus montañas al fondo con los picos cubiertos de nieve, un manto de arboles, un pequeño riachuelo que dividía esa llanura con el agua totalmente cristalina. También había un cielo azulado con alguna nube suelta y el sol que iluminaba todo lo que se podía ver, lo que me esperaba a partir de ese momento no tenia nada que ver con la paz y tranquilidad que daba este paisaje.
Llevaba 3 días de camino cuando llegue al pueblo vecino, las casas eran agujeros dentro de la roca, el único edificio que estaba fuera era una taberna de la cual salia un olor putrefacto mezcla del olor a cerveza y a olor corporal de los clientes. Decidí entrar, hacer un pequeño descanso y comprar previsiones. Al entra pude ver en una mes en un rincón a un grupo de salvajes, en otra mesa había dos guardias y en el fondo una mesa vacía en la cual me senté, los guardas me miraron con unas caras poco amigables, se notaba que la guerra estaba muy cerca.
El posadero salio de la cocina y se dirija hacia mi, tenia una camiseta blanca llena de comida, cerveza y algún otro brebaje, le estaba corta y se le salían los michelines por debajo de ella, pedi unas patatas con caldo que era lo que comieron los guardias, y también una jarra fresca de cerveza, al poco rato entraron un grupo de cuatro kender. Los kender son conocidos por guardarse cosas de los demas, es decir, eran ladrones, pero ello siempre devolvían las cosas pero todos los que estábamos en la taberna nos cogimos los bolsillos cuando pasaban por nuestro lado, los kender empezaron a hablar entre ellos pero pude oir como uno de ellos decía que había visto una legion del ejercito de los dragones a una jornada y media de aquí.
Cuando termine salí de aquel antro y proseguí mi viaje hacia la torre oscura donde vivía Cámaron, empezaba a caer la noche y ya había entrado en el bosque por lo que decidí encender un fuego y acampar toda la noche. Al cabo de un rato escuche un crujir de ramas , yo estaba indefenso al no tener ningún arma (cosa que cambiaría en el próximo pueblo comprando una), cogí una piedra que había al lado mia me levante y me abalance contra el pero antes de atestarle el primer golpe pude oir como alguien decía “¡Valla recibimiento!”, lo mire y me di cuenta que era un inofensivo kender que me había seguido por curiosidad, los otros tres kender se habian marchado asi que lo invite ha pasar la noche alli con migo, el acepto y se presento, se llamaba Tobek.
Ala mañana siguiente cuando me desperté no estaba y mi bolsa tampoco, lo primero que pensé es que el kender me la había robado pero tras pasar unos minutos lo vi aparecer con la bolsa y me dijo que tuviera mas cuidado que se la había encontrado unos metros detrás. Los kender eran como hombrecillos no median mas de un metro y eran muy escurridizos así que pensé que podría ayudarme en mi empresa y el acepto.


Tras estar todo el día caminando sin descanso nos paramos en un río en el cual una cascada descargaba el agua cristalina, decidimos pararnos para refrescarnos, pero antes de que me diera cuenta Tobek estaba metido en el río dirección a la cascada y después se perdió bajo ella, lo llame varias veces pero no obtuve respuesta y me dispuse en su busqueda pero antes de meterme en el agua oí como me llamaba – Ven, date pisa, he encontrado algo- me gritaba una y otra vez. Cuando llegue ala cascada me di cuenta que detrás de ella había una cueva muy profunda y Tobek estaba en la entrada.
-Dime, ¿que es lo que has encontrado?-
-Ven y sigueme, te lo enseñare- Me dijo con la cara maravillada.
Me llevo a un lugar donde se encontraban tres pasallizos y en una pared habñia un dibujo que interprete como un mapa. -Tobek traeme la antorcha que hay en aquel rincon- Cuando la trjo y vimos el dibujo nos dimos cuenta de que estaba casi borrado pero podimos diferenciar una escritura “ala derecha cruzar montaña” - Esto es cosa de los enanos, no deberiamos fiarnos- dije, Tobek no me prestaba atencion, estaba innotizado viendo el pasadizo, asi que decidi pasar alli la noche y cruzar la montaña por los pasadizos.
Continuara...




AUTOR: José Martinez Conchillo

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